martes, 18 de diciembre de 2012

Une jeune fille, ici, dans cette salle

Querida Catherine,

No sabes cuanto trabajo me ha costado salir de este barco, quedamos varados en una isla misteriosa, perdí mi equipaje -pronto te contaré más sobre ello-, he estado egoistamente feliz unas cuantas semanas imaginando que no debía volver a ningún lugar, demasiado ida de todo estoy volviendo.

Me gustaría soplar los petirrojos, creo que están abrumándote demasiado, pueden ser seres escandalosamente aterradores, pero nos permiten ascender y descender en pocos segundos no lo olvidemos cath.

Temo que guardaré el secreto de tus cambios.
Me gustaría enviarte otra cinta, apenas bajé del barco fuí a la fonda de Marcel aquel extraño lugar que visitábamos juntos los tres, tomé un whisky y pensé en los dos, más en ti Catherine, temo que tu salud este demasiado solitaria. En la fonda sonaba jazz, eran aleteos interminables, esa cinta te enviaría. Me recosté embebida por la noche, los barcos y des rouges-gorges, soñé que caminabas en la costa, desaparecías, pensé en tu transformación y me tranquilice, estas cambiando la piel querida  no pasará mucho tiempo hasta que volvamos a pensar en locuras sin esta oscura nostalgia.

Recuerdas este monologo que me diste?, ayer lo encontré en lo único que tengo desde el viaje, mi cuaderno, 20 años y comenzaban a aparecer nuestros primeros petirrojos.

“Resulta que hay un mundo inmune al cambio. Pero yo carezco del aplomo suficiente, ahí, de puntillas en los límites del fuego, aún chamuscada por el ardiente aliento, con miedo a que se abra la puerta, a que el tigre salte, incluso para formar una frase. Perpetuamente contradice cuanto digo. Todas las veces que se abre la puerta, me interrumpen. Aún no he cumplido los veintiuno. He nacido para que me hagan añicos. He nacido para que se burlen de mí toda la vida. He nacido para ir arriba y abajo, entre estos hombres y estas mujeres de rostros convulsivos y lenguas mendaces, como un corcho en un mar alborotado. Como la cinta de un alga, soy proyectada muy lejos cada vez que la puerta se abre. Soy la espuma que llena de blancura las más alejadas oquedades de la roca. Y también soy una muchacha, aquí, en esta sala”

Estoy segura que debes estar preparando la mejor actuación de todo Francia.

Quiero escribir tanto y aquí el tiempo me corre tan rápido, estoy aterrada, sabes que pronto estaré cerca de casa?, creo que no vas a visitarme, lo temo, se que te gusta esta cercanía de nuestras notas, temo que viajes cuando llegue Ventburi, pero espero pequeña lanuda que al menos tomemos un Whisky a la misma hora de nuestros dos mundos para ese entonces.

Mis notas son interminables, y son todas tuyas querida cath.

Depuis la mer dans une terre ma lettre va

viernes, 14 de diciembre de 2012

Bunny Suicide

Conejito. Nadie debe saber que he vuelto a ser humana, a ti te lo confieso. Desde el ángulo externo del techo todo duele menos, pero hoy los petirrojos gritaron y aullaron y pidieron al rey de los pájaros me destierren. A veces pueden ser tan crueles. Es por esto que a las 15hs aproximadamente y en contra de mi voluntad, volví a mi antiguo cuerpo. Creo que no pude soportar el silencio, aveces es como una bolsa pesada en la garganta, otras como una punta de pistola, mecánico el silencio. Y tu silencio se me volvió insostenible. Casi infantil, como un capricho de torta de limón. Comprendo lo del egoísmo, lo del sube y baja. En mi caso crece y decrece un bicho muerto. No es un parque de diversiones sino un animal horrible que me carcome las entrañas. Recibí la cinta de tu película  no podría decir ni una palabra para describir lo que debería, ninguna. Por eso no escribo más. Te quiero.

Ojala estés más cerca, cuando puedas, cuando quieras.
Desde un rincón del escenario, Cath.

Criaturas lanudas

Antes de mi Carta Virginia para las dos.

De Virginia a Vita. 6 de Marzo de 1927


Este año me pareces más inalcanzable, empolvada, con las piernas más blancas, más galante y aventurera que nunca. Me echo en la cama e invento historias sobre ti. Envíame un montón de hechos: ya sabes cómo los amo… He tenido una semana aburrida. Ninguna fiesta salvo una, ofrecida por L. para seducirme y obligarme a gustar de un rosado muchacho suyo –uno nuevo, claro- pero fue inútil, estos sodomitas siempre están medio dormidos y resultan fatigosos. ¿Es que agotan su encanto en narices y cosas así?

Han surgido dos mujeres extrañas: una de ellas es una mala cantante, que me pide vaya a verla en la cama ¿lo haré? La otra ¡qué importa! Yo quiero a Vita; quiero al insecto, al crepúsculo. Dejo ésta abierta a la espera de las tuyas. Ninguna. Ahora debo terminar esta carta. Y no he dicho mucho de nada ni te he dado una idea de las altísimas y aterradoras olas y los profundos pozos infernales a los que asciendo y desciendo en pocos días. Como todos. Subimos y bajamos violenta, incesantemente, y me siento algo avergonzada, ahora que trato de escribirlo, de ver qué minúsculo egoísmo hay en el fondo de todo eso, por lo menos en mi caso: que no puedo escribir mi novela, que debo salir a tomar el té, que tendría que comprar un sombrero. Ah, pero también está Vita. Quererla no es un egoísmo minúsculo.
¿Sabes que esta mañana sufrí un verdadero golpe de decepción? Estaba segura de que tendría una carta tuya, la abrí, y en su lugar encontré la carta de una mujer que hace diez años se sentó frente a mí en un ómnibus azul y que ahora quiere venir a hacer un busto mío. Pero la adulación implícita me enfadó tanto, que otra vez estuve maldiciendo: no hay intimidad, siempre hay gente que viene y no hay carta tuya. ¿Por qué no? Sólo una nota y un gemido salvaje y melancólico a lo lejos.Y tampoco ninguna fotografía.
Adiós, queridísima criatura lanuda.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Juliet, la muerte me pisa los talones. Me transformo en pájaro hasta nuevo aviso.
Solo tu y Marcel saben de mi cambio. Si vuelves, dale de comer al gato y riega los geranios.

Es esto o desaparecer.
Resisto desde el bosque, me alegra recibir noticias tuyas tan esperanzadoras.

Con el sol en la espalda,
cath.